Este monstruo de Halloween es todo lo contrario a aterrador, ¡es un auténtico amigo lleno de alegría! Con esa enorme sonrisa y sus ojitos traviesos, te invita a llenarlo de color y diversión. Para darle un toque aún más amigable, prueba colorearlo en tonos inesperados como un azul pastel o un verde suave, y dale vida con cuernos en colores vibrantes como naranja o fucsia. Puedes añadir un toque especial en sus pelitos, haciendo pequeños detalles con crayones o lápices de colores brillantes que le den textura y suavidad.
