Este dibujo presenta varios desafíos.
La primera dificultad es representar el movimiento. La posición del niño, su cuerpo en acción y el balón en movimiento, requiere una combinación de sombras y líneas para destacar la velocidad.
Su cara, con esa sonrisa expresiva y grandes ojos brillantes, es otro punto clave. Para darle vida a esta expresión, debes empezar con tonos suaves en la piel y contrastes en las áreas de sombra hasta conseguir el color de piel quieras. La ropa también tiene detalles importantes: los pliegues en la camiseta y el pantalón, todo tiene pequeñas sombras con tonalidades más oscuras que harán que tu dibujo sea más realista.
Para que el balón no se vea como un figura plana, sino como una esfera puedes difuminar sombras en los bordes y destacar la luz reflejada en su superficie. Para el césped puedes usar distintos tonos de verde y pequeños detalles ayudará a que la escena se sienta más viva.
El fondo puede ser un estadio gigante lleno de personas, ¿serás capáz de dibujarlo? o un parque donde se juega entre amigos, ¡tu eliges!. Además, agregar detalles como una ligera sombra en el suelo o un efecto de polvo levantado por el movimiento del balón puede potenciar la sensación de velocidad y potencia.