Halloween tiene ese algo especial que lo hace único: una mezcla entre lo misterioso y lo divertido que nos encanta. Y es que en esta época aparecen personajes de lo más curiosos. Está el gato, claro, ese pequeño guardián de secretos que a veces parece tener poderes mágicos. Las calabazas con caras sonrientes —sí, esas que parecen reírse contigo— no pueden faltar. Y allá arriba, volando bajo la luna llena, un murciélago simpático nos recuerda que la noche también es para los valientes.
¿Ideas para colorear? Puedes usar los clásicos: naranja, negro, violeta y un toque de gris para darle ese aire de “noche encantada”.
O, si prefieres algo diferente, prueba con tonos pastel como lila, rosado, menta y celeste. Le darás un giro más tierno, casi como si fuera un Halloween de cuento.
