Barbie está en su pastelería, rodeada de pastelitos recién hechos. Hay algo muy bonito en esta escena: su gesto tranquilo, la torre de dulces que casi parece real… Y es que colorear este dibujo no se trata solo de rellenar formas, sino de imaginar todo lo que hay detrás. ¿Y si ese pastel lo está preparando para una amiga? ¿Y si ese lazo del vestido tiene tu color favorito? No busques que quede perfecto. Deja que tus colores cuenten una historia dulce, como cuando decoras una tarta sin miedo a mancharte.
