Primero, imagina el escenario. ¿Es de noche o de día?. Imagina todo el entorno y eso te dará ideas geniales para comenzar.
Normalmente, los gatos negros son, bueno, negros. Pero eso no significa que no puedas jugar con otros colores. Imagina que el gato con calabaza tiene mechones de pelo de colores brillantes. ¿Qué tal unas rayas púrpuras o verdes en su pelaje? ¡Guau!
Otra idea es dibujarle ojos que brillen en la oscuridad. Podrías usar un amarillo brillante o un verde esmeralda para que parezca que sus ojos están brillando en la noche. Y no olvides las garras. Podrían ser de un color totalmente diferente, como plateado o dorado.
La calabaza
Las calabazas de Halloween suelen ser de color naranja, pero ¿quién dijo que no puedes ser creativo aquí? Tal vez tu calabaza es azul o tiene manchas de varios colores. O tal vez, en lugar de una cara aterradora, tiene una sonrisa enorme.
¿Y los ojos y la boca de la calabaza? Podrían ser fosforescentes. Imagina que son de color verde brillante o incluso morado. ¿Cómo se verían por dentro? ¿Hay una luz o quizás un montón de estrellas brillando desde el interior?
El fondo
Ahora, piensa en el fondo. Si es de noche, podrías dibujar una luna gigante y estrellas brillantes. O tal vez hay un bosque lleno de árboles con hojas que caen. También podrías agregar otros personajes como murciélagos voladores, fantasmas o incluso un espantapájaros que mira desde la distancia al gato con calabaza.
Detalles adicionales
Si te sientes realmente creativo, ¿por qué no agregar algunos detalles mágicos? Tal vez hay una varita mágica al lado del gato, o hay una escoba de bruja apoyada contra la calabaza. ¿O qué tal si hay dulces y caramelos alrededor? ¡Las posibilidades son infinitas!