En lo más profundo del océano, dos tiburones curiosos patrullan entre los corales, moviéndose con elegancia entre burbujas y peces diminutos. Son los verdaderos guardianes del mar, y aunque su sonrisa puede parecer traviesa, cumplen un papel vital en mantener el equilibrio del ecosistema marino. Los tiburones, con su increíble sentido del olfato y su habilidad para nadar sin descanso, son una muestra de fuerza y armonía natural. Además, su piel está cubierta por diminutas escamas llamadas dentículos dérmicos, que los ayudan a moverse más rápido en el agua.