Habilidades que se desarrollan:
- Reconocimiento y clasificación de formas geométricas básicas: cuadrados, círculos, triángulos, estrellas.
- Conteo y noción de cantidad: el niño debe contar cantidades específicas para colorear según el color indicado.
- Atención y seguimiento de instrucciones: se trabaja la comprensión lectora al ejecutar indicaciones concretas.
- Coordinación motriz fina: al colorear, el niño ejercita el control del lápiz dentro de los bordes.
- Percepción visual y discriminación de tamaños: al diferenciar círculos grandes y pequeños.
- Creatividad y pensamiento simbólico: especialmente en la última escena del cohete y el espacio.
Edad recomendada:
De 4 a 7 años. En función del nivel madurativo, los niños de infantil (4-5 años) podrán necesitar ayuda para leer las instrucciones, mientras que los de primer ciclo de primaria (6-7 años) pueden realizarlas de forma autónoma.
Requisitos previos:
- Conocer los nombres de las formas básicas.
- Reconocer colores.
- Habilidad de contar hasta al menos 10 o más.
Sugerencias para complementar:
- Juego oral: “Encuentra en casa algo con forma de triángulo/cuadrado”.
- Trazado de figuras: practicar dibujarlas con regla o plantillas.
- Clasificación física: usar bloques o piezas de madera para agrupar por forma o color.
- Inventar una historia con el cohete y los planetas: esto ayuda a integrar lenguaje con matemáticas.
Motivación y constancia:
Este tipo de ejercicios ayuda a enseñar que equivocarse (como colorear una forma de más) es parte del aprendizaje. Anímalo a revisar, a observar con calma y corregir. Habla con tu hijo o hija sobre lo importante que es prestar atención y no rendirse cuando algo parece difícil. Felicítalo más por el esfuerzo que por el resultado.